jueves, 9 de octubre de 2008

VIVE JEHOVA EN CUYA PRESENCIA ESTOY

Voy a comenzar este tema con una pregunta…
Quién alguna vez hizo o dejó de hacer algo que si lo hubiera hecho hubiera tenido una recompensa increíble? A veces por falta de conocimiento o distracciones hemos perdido cosas valiosas o importantes que pudieron haber cambiado en alguna forma nuestra vida… Tal vez una mala decisión no permitió que algo bueno llegue a mi vida, me distraje de mis quehaceres diarios y ahora esta peligrando mi trabajo, familia, etc.

Así mismo nos pasa muchas veces con nuestra relación con Dios, por falta de conocimiento de Sus Asuntos, o por distracciones que nos pone el enemigo en el camino, nos perdemos muchas bendiciones y oportunidades que Dios tiene preparadas para nosotros.

Una de estás distracciones nos ha llevado a descuidarnos de una de las razones por las cuales Dios creo al hombre, y esa es estar en Su Presencia.
Dios creó al hombre con el propósito de que viva cercano a Él, y esté en su presencia siempre.

Génesis 3:8 oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
La Biblia nos deja ver entre líneas que al hombre le era familiar estar Su Presencia, pero que por causa de una distracción, un descuido en el estilo de vida de obediencia a Dios que llevaba esta capacidad que tenía el hombre se vio trastornada a causa del pecado y es en donde vemos esta separación que causó el pecado, Dios saca al hombre del huerto del Edén, donde se paseaba la Presencia de Dios.
Génesis 3:23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.

Desde ese día en adelante muy pocos hombres cumplían uno de los propósitos para los cuales habíamos sido creados, sólo unos pocos escogidos por Dios tenían el privilegio de estar en Su Presencia, Moisés, Josué, Elías, Eliseo, etc., quienes habían sido escogidos por Dios para que el pueblo pudiera tener dirección.

Hay dos grandes profetas que pudieron decir en varias ocasiones esta frase “Vive Jehová en cuya presencia estoy”. Cuando utilizaban esta frase, lo hacían con naturalidad porque esto les era familiar, estar en Su Presencia. Pero todo aquel que tiene hambre y sed de Dios encuentra esta frase impactante.

1 Reyes 17:1 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.

1 Reyes 18:15 Y le dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré a él.

2 Reyes 3:14 Y Eliseo dijo: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que si no tuviese respeto al rostro de Josafat rey de Judá, no te mirara a ti, ni te viera.

2 Reyes 5:16 Mas dijo Eliseo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y le instaba que aceptara alguna cosa, pero él no quiso.

Diferentes situaciones, diferentes circunstancias y su respuesta era la misma, “Vive Jehová, en cuya presencia estoy”.

¿Es difícil estar en la Presencia de Dios en todo tiempo? ¿Qué opinas tú?
Por desgracia, sí lo es. Es difícil porque hemos sido criados en un mundo donde el “yo”, la autosuficiencia, y el egoísmo son la base para cualquier toma de decisión, y cuando en nosotros reinamos nosotros mismos, no puede reinar también Dios. En el mal tiempo, aunque buscamos su ayuda o elevamos alguna oración desesperada, muchas veces no entramos a Su Presencia y tan sólo le hablamos desde fuera esperando que nos escuche.

Esdras. 9:15 Oh Jehová Dios de Israel, tú eres justo, puesto que hemos quedado un remanente que ha escapado, como en este día. Henos aquí delante de ti en nuestros delitos; porque no es posible estar en tu presencia a causa de esto.

El no ser concientes de que hemos sido creados para habitar en Su Presencia ha logrado que nuestra vida espiritual sea simple, rutinaria; una vez semanal a la Iglesia, una que otra costumbre dependiendo a cual Iglesia asistamos... Pero cuando nos volvemos concientes de que hemos sido creados para morar en Su Presencia (El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la Sombra del Omnipotente Salmo 91) es ahí donde nuestras oraciones no sólo despegan hasta la Presencia de Jehová, sino que nosotros junto con ellas entramos donde El está, es allí donde conocemos Su voluntad, y es allí donde El nos da bendiciones hermosas que ojo no ha visto ni oído ha escuchado (1 Corintios 2:9).

Debemos entender que poder estar en su Presencia no viene gratis. Antes incluso cuando el sacerdote iba a entrar al lugar santísimo del tabernáculo, corría el riesgo de morir si tenía algún pecado o impureza; le amarraban una piola al tobillo en caso de que muriera lo sacaban de ahí arrastrando porque nadie más podía entrar. Él era el único. El resto del pueblo solo se comunicaba con Dios a través de él.

Hoy en día gracias a Dios no ocurre esto (imagina amarrar una piola y dejar la punta fuera del cuarto cada vez que oras…) pero si sucede aun que si no tenemos ciertas cualidades o características, no podemos estar en su presencia. Podemos orar, y Él puede incluso contestar a nuestras oraciones quizá por su misericordia, pero no podremos estar en su presencia. Es por eso que hay veces que sentimos que nuestras oraciones no son escuchadas, es por eso que no esperamos a la decisión de Dios sino que tomamos nuestras propias decisiones y una vez más perdemos bendiciones y tiempos especiales con Dios. Y quien ha estado alguna vez en la Presencia de Dios sabe que el motivo por el cual el hombre que entraba podía morir es porque la presencia de Dios es demasiado grande, demasiado magnífica. Cuando la presencia de Dios llena un lugar, uno no pude estar en pie, el es demasiado. Antes estaba detrás de un velo, había que hacer un montón de cosas para entrar a la presencia. Gracias a Jesucristo que vino a romper con todo eso, hoy podemos estar en su presencia cuando queramos, donde queramos.

La presencia no es gratis, tiene un precio.
Una cosa es saber de Dios, y otra muy diferente es estar en su presencia, entrar a su trono, estar cerca de El. Cuando esto ultimo sucede, nuestras vidas ya no vuelven a ser iguales.

Hay varios factores que nos alejan de su Presencia, y otros varios que podemos tomar en cuenta para poder estar en su presencia. Vamos a profundizar un poco en estas dos cosas.

Primero veamos cuales son las cosas que nos alejan de su Presencia.
Creer en religiosidades en lugar de seguirlo y buscarlo a Él directamente.
Esto ocurre cuando ponemos nuestra Fe en Dios en un hombre. Él es un Dios celoso, lo dice Su Palabra, y al creer en que costumbres nos pueden acercar a Él o peor aun llevarnos al cielo, hacemos justamente lo contrario, nos alejamos más.
En la época que Jesús estuvo en la Tierra, la “religión” era el judaísmo, es decir los fariseos, los estudiosos de la ley. Y sin embargo miremos lo que el mismo Jesucristo les dice a estos “grandes conocedores de la Ley”, en Mateo 15:1-9, la hipocresía que guardaban en sus corazones.
Mateo 15:8-9 Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.

Hoy en día hay infinidad de religiones, y hay personas que dicen “todas las religiones están bien porque todas creen en un Dios”. La verdad es todo lo contrario: NINGUNA religión esta bien porque hablan de Dios, pero siguen a hombres, y Dios mismo ha escrito una y otra vez en la Biblia que aborrece que sigamos al hombre. Quien es el hombre después de todo para poner nuestra Fe sobre el?
Salmo 118:8 Mejor es confiar en Jehová, que confiar en el hombre.

No nos engañemos, la religión no nos acerca a Dios. Nosotros no tenemos religión, sino relación! Voy a hacer un paréntesis aquí para explicar esto porque creo que es necesario que lo sepamos. Esto de la “religión” cristiana evangélica.

Ser cristiano no es ser religioso, quiero aclarar esto porque se va a dar el caso que ud diga que ud no tiene religión sino relación y no va a haber quien falte en decir “pero si eso es igual otra religión”.

A continuación el argumento que sostiene el porque nos llamamos cristianos y porque nos llamamos evangélicos.

En la época de los apóstoles es cuando se los comienza a llamar cristianos.

Hechos 11:26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

Hechos 26:28 Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.

1 Pedro 4:16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.

Cristiano, viene del griego original Christianos, que fue el nombre con el que se los llamaba a los seguidores de Jesús, en forma burlona. El sufijo IANOS significa esclavo, entonces se les llamaba despectivamente “esclavos de Cristo”.
Romanos 6:17:18 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
Noten que la Biblia nos llama libres de la esclavitud del pecado y siervos de Jesucristo, El Señor ha dicho de nosotros que Él nos libertó y por tanto somos verdaderamente libres. En tal caso, cristianos eran llamados los seguidores de Jesús. Si tú sigues a Jesús, eres un cristiano. Míralo con el honor que se merece como hacía Pablo quien se llamaba muy orgullosamente “siervo de Jesucristo”. (Romanos 1:1).

En cuanto a la palabra evangélicos. Su origen viene de evangelio, un evangélico es quien predica el evangelio. La Palabra evangelio es la trascripción literal del original griego euanghélion, que significa “buena nueva” o “alegre mensaje”.
Un evangelico pues, es quien lleva a los demás estas buenas noticias. Y cuales son estas buenas noticias? Que Dios nos ama más que a nadie, que Jesucristo vino a morir por nosotros, que Él resucitó, esta vivo y está esperando a que nosotros decidamos vivir cerca de Él e invitarlo a nuestras vidas! Si tú has experimentado en tu vida el amor de Jesucristo y ahora lo sigues, y también sientes compartir esto tan hermoso con otros, que bien! Y te puedes denominar cristiano evangélico, pero siempre entendiendo que esto no se trata de religión, porque religión es un conjunto de costumbres, y para nosotros no hay ninguna tradición que nos haga subir o bajar al cielo y el infierno cada vez que hagamos o dejemos de hacer. Decidimos hacer lo bueno por amor a Dios y gratitud a lo que él hace en nuestras vidas, nada más. No seguimos al hombre, seguimos la Palabra de Dios.

El otro factor que nos puede alejar de la presencia de Dios, no permitirnos
estar en ella, es llevar una vida de pecado o dejarnos llevar por la carne.
Colosenses 3:5-8 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

Mientras más dejemos de lado nuestra carne, y a carne nos referimos a todo lo que generalmente haríamos no solo a pecados carnales. Por eso en el texto anterior vemos que nadie se salva, pues todos hacemos una u otra.
En la medida que más hagamos morir en nosotros la carne, estos deseos de comportarnos de esta forma dejándonos llevar por nosotros mismos, más fluye nuestro espíritu y por tanto más cerca estamos del cielo. Ilustración à mas lejos de la tierra mas cerca del cielo ojo no se habla de levitar, es una forma de verlo!

Y veamos cuales son los frutos que debemos ver en nuestra vida cotidiana para saber que estamos dejando que el Espíritu Santo nos guíe y no nosotros mismos.
Gálatas 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Ahora veamos cuales son los factores que por el contrario van a hacer que estemos siempre en la presencia de Dios.

Pedírselo.
Si quieres estar en su presencia, pídele a Él que te ayude! Es sabe como guiarte hasta estar cercano a Él, y Él te irá mostrando que hacer o no hacer, pero pídeselo siempre. Dios quiere que le pidamos y por eso Su Palabra dice en Mateo 7:7 pidan y se les dará.
Recuerden que siempre debemos para esto pedir bajo su voluntad, pero la voluntad de Dios claro que es que estemos en su presencia si acabamos de ver que para esto fue que fuimos creados por Él!



Mantener o comenzar un estilo de vida que nos lleve hasta estar en su presencia.

Tomado de Gracia para todo momento, Max Lucado
«¿Cómo puedo vivir en la presencia de Dios? ¿Cómo puedo detectar su mano invisible sobre mi hombro y su voz inaudible en mi oído? … ¿Cómo podemos tú y yo familiarizarnos con la voz de Dios? He aquí algunas ideas:- Entrégale a Dios tus primeros pensamientos de la mañana. Antes que enfrentes el día, preséntate ante el Padre. Antes que salgas de la cama, busca su presencia.- Entrégale a Dios los pensamientos que tienes mientras esperas. Pasa tiempo con Él en silencio.- Entrégale a Dios tus pensamientos susurrantes … Imagínate lo que sería considerar cada momento como tiempo potencial de comunión con Dios.- Entrégale a Dios tus últimos pensamientos del día. Al término del día, deja descansar tu mente en Él. Concluye el día como lo comenzaste: conversando con Dios».

Este es el principal y más importante, entregarle nuestra vida a Jesús.
Cuando hago esto, cuando declaro con mi boca que Jesucristo es el Señor de mi vida, mi Salvador, el viene a vivir con nosotros, a guiarnos, y comienza a hablarle a nuestro espíritu y nuestra vida comienza a transformarse de formas que a veces hasta nos cuesta creer.

No es que “ah todos somos sus hijos”. No. Porque si tú nunca le has pedido que venga a tu vida, entonces Dios es un caballero, y donde no lo invitan el no pasa.
Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

La Biblia nos dice que si confesamos con nuestra boca y creyendo en nuestro corazon nosotros seremos salvos.
Romanos 10:9-10 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Noten que no siempre fuimos Hijos de Dios, esa es una mentira creada por el enemigo para que el hombre no sienta la necesidad de declarar esta verdad escrita, pero la Biblia lo dice claramente en
Juan 1:12 que a los que creen en su nombre y le reciben, se le s concede el ser hechos Hijos de Dios.
Antes no éramos, sino que somos hechos. El nos “adopta” por su amor, y somos hechos sus Hijos.
Gálatas 4:5-6 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!

La mejor forma de acercarnos a Dios para estar en su presencia, es acercando a Jesús a nuestra vida.

Es por esto que vino Jesús a la Tierra, para reconciliar al hombre con Dios, para que lo que tan sólo lograban unos cuantos, el estar en Su Presencia, ahora puedan todos lo que le reciben en su corazón.

Como dije al principio, quizás por distracciones o por falta de conocimiento has vivido fuera de su presencia, este es el día para comenzar a hacerlo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la enseñanza y la luz de la palabra a mi vida. Aunque tengo años de ser cristiana y evangélica, hay cosas que aún no están claras, y a través del análisis y estudio de su publicación, he aclarado muchas dudas. Y es que en Dios, nunca dejamos de aprender.

Esta entrada fue de una gran bendición a mi vida. Aprendí el significado de Religión y de Blasfemia (me llevó a profundizar en el significado) y de que fuimos creados para estar en la presencia de Dios, pues siempre se nos habla de la comunión que debemos tener con él y hacemos el esfuerzo por lograr esa comunión, pero el término, "estar en su presencia", va más allá.

Aprendí también por qué debemos confesar con nuestra boca que Jesús es el Amo y Señor de nuestras vidas.

Hice una lista de las cosas terrenales que debemos hacer morir y miré si existía alguna que aún persistiera. Encontré que en algunas ocasiones persiste el enojo y algunas palabras un poco inapropiadas para una cristiana, que como bien lo dice usted, por descuido, se nos cuelan.

Igualmente hice un listado de los frutos del Espíritu Santo, y encontré, que aún hay dos que están verdes y que hay que hacer madurar.

Cuando el hombre estuvo en el huerto, tenía la presencia de Dios, pero cuando pecó, fue expulsado y se le enredó la presencia de Dios en su vida, y sólo logra alcanzarla a través de Cristo, siempre y cuando lo acepte en su corazón y lo confiese con su boca. Jesús es el puente para llegar a Dios, del abismo que se creó con el pecado. Dios os guarde, en el nombre poderoso de Jesús.

Anónimo dijo...

cuando leí la enseñanza me ayudaron de mucho como cada palabra de nuestro señor, y con el mismo gozo abrí la biblia y el señor me dio en San Juan 1:51 y pude entender que Jesus nos llama para Mostrarnos lo maravilloso de su Gloria, Poder y Misterios.

Por la misericordia de Dios sigo la Sana Doctrina, no nos olvidemos que Jesus nos advierte que el no vendrá si antes no viene la apostasía, que son las doctrinas modernas que desobedecen a la Palabra de Nuestro Señor.

En Gálatas despues de los frutos del Espíritu dice claramente.

Gálatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Que Dios Los Bendiga...
Con Dirección del Padre, Hijo y su Santo Espíritu.
Att. Miguel Suárez
masucorp@hotmail.com

Anónimo dijo...

Muy lindo mensaje,de gran bendición para ni vida,ciertamente muchas veces el mundo nos absorbe y nos hace perder las bendiciones de Dios,es importante volver a la sendas antigúas y buscar su presencia,para que sea el quien dirija nuestras vidas.Dios los bendiga.

RUBEN dijo...

muy bueno,Dios les siga bendiciendo y usando,le doy gracias a Dios por siervos como ustedes.

Anónimo dijo...

Gracias por compartir este mensaje, me ha llevado a analizar mi vida espiritual, como decía el Salmista "Examíname oh Dios y ve si hay en mí camino de maldad", encontrando que muchas veces ni si quiera tienen que ser cosas que consideramos "pecaminosas" las que nos alejan de Su Presencia, entendiendo que el significado de Pecado es "Separación o Separados de Dios" y es que muchas veces el hecho de buscar otras cosas que aunque no son malas, alejan nuestro corazón y espíritu de buscar Su Presencia, como lo pueden ser el excesivo tiempo que pasamos en la television, internet o en cualquier otro pasatiempo o deporte que no incluya buscar ser siervos de Jesucristo y pasar tiempo en la Presencia de Dios.

Espero no se mal interprete esto con religión, ya que su servidor utiliza muchas veces algunos de los medios mencionados anteriormente para compartir Su Evangelio, siempre y cuando no se pierda el enfoque en Él y darle la gloria a Él no hay problema con practicarlos o hacerlos con otros fines, y que no desplacen o resten del tiempo que pasemos buscándole a Él.

Bendiciones!