martes, 5 de octubre de 2010

¿ERES DE IZQUIERDA O DE DERECHA?

Recientemente le pregunté a la hija de un amigo, qué le gustaría ser cuando fuera mayor.

Ella respondió que quería ser Presidente, algún día.
Sus padres, ambos del Partido Socialista, estaban presentes, y yo continué preguntando:

"Si algún día llegaras a ser Presidente, ¿qué sería lo primero que harías? "

Ella respondió sin vacilar: “Daría alimentos y viviendas a todos los pobres."

Sus padres, orgullosos, pelaron los dientes en una radiante sonrisa:

"¡Bravo, que propósito más loable!" le dije.
Y continué: "Pero para eso NO tienes que esperar a ser Presidente. Puedes venir mañana a mi casa a cortar el césped, sacar las malas hierbas y abonar el jardín,
y te pagaré 50 euros por el trabajo. Luego te llevaré
al supermercado de mi barrio donde siempre hay un mendigo, y tú podrás darle el billete para que se compre comida y empiece a ahorrar para su casa.”

La chica pensó durante unos segundos; luego, mirándome fijamente a los ojos me preguntó:

“¿Y por qué no va el vagabundo a hacer el trabajo,
y le pagas directamente a él?"

“Bienvenida a LA DERECHA ", le contesté.

(sus padres aún no me hablan...)

domingo, 3 de octubre de 2010

El rescate de Correa fue accidentado

Informes de Inteligencia advertían del peligro para la vida del Presidente a su salida del hospital. Una hermana del fallecido Froilán Jiménez criticó la acción.

El chofer del vehículo designado para el rescate del presidente Rafael Correa no estaba en su puesto cuando el Mandatario estuvo por salir del hospital.

“Dónde está el chofer”, gritó uno de los policías de élite que participó en el operativo.

Desde la multitud atrapada en el área de Emergencias del Hospital de la Policía se escuchó la voz de un hombre: “Las llaves están puestas”. El policía subió al auto, prendió el motor, pero no pudo moverlo. Un grupo de policías sublevados disparó contra el 4x4 blindado gris.

“No disparen, somos policías”, gritó el oficial a cargo del operativo. El sonido de las detonaciones de las balas mermó y el oficial entró al edificio para hablar con los militares del GEO que llegaron a dar seguridad al Presidente. Eran parte de un equipo de unos 80 militares, divididos en tres grupos, el de asalto, que incursionó al hospital, el de apoyo y el último de francotiradores. Llevaban fusiles M16 y pistolas Glock.

“Ustedes -los militares- no salgan porque los van a matar. Dejen que nosotros lo saquemos con los escudos, colaboren para que esto salga bien”.

Los soldados se replegaron en los angostos pasillos del área de Pediatría del hospital. Mantenían el dedo índice extendido junto al gatillo de los fusiles M-16. Apuntaban a cualquiera que pasaba cerca, sea civil o policía.

Afuera, los efectivos del GIR formaron dos filas adyacentes para intentar sacar el Presidente. Los que estaban con los escudos antibalas se pusieron al frente. El resto desenfundó sus armas de dotación; trató de avanzar hacia el vehículo, pero se escucharon ráfagas de armas de fuego y retrocedieron. El oficial del GIR dio una orden categórica: “Contesten el fuego”. El enfrentamiento duró unos 20 segundos.

Mientras, el Presidente recibió instrucciones para la evacuación en la habitación 302 del tercer piso, en la sección para generales. Estaba acompañado por varios de sus colaboradores, entre ellos el ministro Gustavo Jalkh.

“Todo era muy confuso y había un gran peligro para el Presidente. Los informes de Inteligencia nos advertían de que había un peligro inminente para su vida”, relató el Ministro, quien inicialmente estuvo en el GOE, luego de los incidentes de la mañana, pero entrada la tarde se trasladó con su seguridad al hospital.

Los militares le colocaron a Correa un casco y una máscara antigás y lo empezaron a evacuar, junto con su personal de seguridad.

Al llegar al área de Emergencias, hubo un nuevo cruce de balas que cesaron cuando las luces del área se apagaron.

La penumbra no permitía distinguir quién se encontraba a un metro de distancia. Los uniformados encendieron sus visores nocturnos y escoltaron al Presidente hasta el vehículo gris. La acción duró unos 10 segundos.

El 4x4 arrancó, con seis personas adentro, Correa iba en medio de miembros de su seguridad que lo protegían. El vehículo se abrió paso, mientras se escuchaban disparos. Los policías del GIR lo escoltaron hasta la salida.

Cuando el auto que trasladaba al Presidente abandonaba la casa de salud, el cabo del GIR, Froilán Jiménez, de 29 años, que era parte del cordón de seguridad, recibió el impacto de una bala de fusil en la parte izquierda de la espalda. Dio un paso y cayó fulminado sobre la vereda de la Mariana de Jesús, en medio de un cruce intenso de fuego. Estuvo inmóvil, sin poder ser atendido por los socorristas que estaban en el lugar.

“Traté de avanzar con la ambulancia para auxiliar al herido, pero algunos policías nos empezaron a disparar a las llantas, mientras les decíamos con un megáfono que solo queríamos recoger al herido”, recuerda el paramédico Cristian Rivera. Esa ambulancia, del Servicio de Ambulancias Médicos y Rescates (Samur), estaba estacionada desde las 17:00 frente al Hospital de la Policía.

Uno de los miembros del GIR dio aviso por radio de lo ocurrido y en el hospital se dispuso que dos enfermeros salieran a rescatarlo.

Jiménez llegó en camilla a Emergencias, en donde le colocaron un suero. “Está sangrando mucho”, dijo una enfermera. “Necesitamos saber qué tipo de sangre tiene para una transfusión”.

Ella salió al corredor para preguntarle a uno de los compañeros del policía caído y en menos de 10 segundos regresó a la sala de Emergencias: “Ya sabemos que sangre tiene”.

Otra enfermera le miró a los ojos y le contestó con la voz quebrada: “Ya no hay paciente” . Ambas lloraron y se cubrieron el rostro con las manos.

Los miembros del GIR entraron y perdieron el control al ver el cadáver de Jiménez tendido en la camilla. Sobre el piso había sangre. Los gendarmes daban golpes de puño contra la pared, se retiraban los cascos y lloraban y abrazaban a Jiménez. Lo cubrieron con una bandera del Ecuador y le rindieron homenaje. “Fueron los militares. Ellos le dispararon de frente”, aseguró un miembro del GIR.

A través de las radios, los gendarmes dieron parte de la muerte de su compañero. Los disparos se silenciaron en el hospital por unos minutos.

En las afueras varios heridos de bala estaban recostados sobre la calzada. Rivera y los paramédicos socorrieron a tres militares de Fuerzas Especiales, que tenían heridas de bala en el abdomen, muslo y tobillo, y a un periodista golpeado y a un asistente de un camarógrafo, que recibió un tiro en un tobillo. Se habían ocultado debajo de varios vehículos. Mientras los heridos eran subidos a la ambulancia, se escuchaba la voz de uno de los sublevados, que gritaba “mátales a los chuspangos (militares)”.

Huyendo de una nueva balacera, la ambulancia subió por la Mariana de Jesús y tomó la avenida Occidental, con las puertas abiertas. “Vi por el retrovisor las luces de un patrullero que me empezó a perseguir a escasos metros de distancia. Entonces un policía empezó a disparar, mientras yo le decía por el megáfono que éramos socorristas, que no nos dispare”, cuenta Rivera, quien luego tomó la avenida Mañosca, evadiendo al carro policial que siguió por la Occidental.

Hasta ayer, los cruentos enfrentamientos entre policías y militares en el hospital y sus alrededores dejaron cinco fallecidos: el cabo Froilán, los miembros del GEO Jacinto Cortez y Panchi Ortiz, el estudiante Juan Pablo Bolaños, y el policía Edwin Calderón. Además 38 heridos.

Además está muy grave el capitán Charly Guerra, quien recibió un disparo que le astilló la médula espinal y fue intervenido ayer. Por su estado, sus familiares tratan de trasladarlo a EE.UU.

Froilán Jiménez fue enterrado el viernes

Los familiares de Jiménez critican al presidente Rafael Correa por la forma violenta en que evolucionaron los hechos; y no pueden olvidar las imágenes de la televisión que registraron la muerte del policía, que había ingresado a la institución hace seis años.

“Vimos cuando se desplomó al piso, fue terrible”, dice entre sollozos su hermana Carlota, quien llegó desde Loja para el sepelio de su hermano. “Estamos destrozados. Cómo es posible que el Presidente sea tan irresponsable y haga que se enfrenten pueblo contra pueblo. Él agitó la violencia, no debía ser tan prepotente”.

Jiménez estaba casado con la policía Mabel Ubidia, con quien procreó a Gabriel, de 2 años.

Para los partidarios del Gobierno y su "revolucion" de manos limpias ... aunque esas manos ahora llevan muerte

Que facil resulta llenarse la boca o escribir en este medio palabras rebuscadas en un diccionario para sonar como si realmente se ha vivido la realidad social.

Como le puedo decir a alguien "Se lo que es pasar hambre" cuando nunca me ha faltado el pan...como le puedo decir a alguien "Entiendo tu dolor por haber perdido a tu padre/madre en un secuestro express" si no he pasado por ese dolor...como le puedo decir a alguien "que ignorante" si naci en un hogar en el que no se me privo de educacion privada ya que la educacion fiscal es nula...como puedo decir "Viva la revolucion ciudadana" si hay un desconformismo social...como le puedo creer a los medios, si uno no se puede expresar libremente sin recibir retaliaciones. No nos hagamos los ciegos que en el fondo sabemos como se dan las cosas en nuestro pais.

Aplaudo el tratar de solidarizarse con el dolor ajeno, pero en estos momentos hace falta accion mas que cualquier otra cosa. No se trata de culpar a alguien porque haya hecho algo bien o mal...las acciones ya estan hechas y traen consigo sus beneficios/consecuencias...o es que realmente creen que todo lo que ha hecho nuestro presidente, han sido decisiones 100% bien tomadas...si alguien lo cree asi entonces estoy perdiendo el tiempo en escribir esto.

Todos los cambios traen resistencia y peor aun cuando las correcciones de lo que se ha hecho a lo largo de la vida politica del ecuador ha desangrado al estado y en consecuencia el pueblo. Sin embargo, los cambios son graduales y no brutales. Los males se extirpan de raiz, pero eso trae un periodo de recuperacion muy doloroso.

No estoy de acuerdo con lo sucedido ayer, pero seamos realistas...que hicieran ustedes si pasaran por algo parecido. O es que se le puede quitar la teta a un bebe y que el bebe no llore??

"Que Vival el Presidente y la Revolucion Ciudadana?" no se como poder festejar algo que ha ocasionado tanto daño, con o sin motivo justo...reflexionemos