¡Respira!
Nunca se insistirá suficientemente en la importancia de la respiración: una respiración bien controlada puede permitir calmarse en situaciones de tensión.
Aprende a respirar por la nariz de manera natural y sin forzar y a expirar muy lentamente contrayendo suavemente los músculos abdominales.
Unos minutos respirando así son suficientes para sentirse más relajado y tranquilo. Por otra parte, está el método rebirth, que ayuda a conocer mejor nuestro cuerpo y así reaccionar mejor ante las agresiones.
Este método preconiza trabajar las inspiraciones fuertes y las expiraciones suaves y relajadas. Después intenta encadenar esta respiración con una sesión de relajación, practicando primero bajo la dirección de un profesional, para tomar conciencia de cada parte de tu cuerpo: poco a poco aprenderás a eliminar las tensiones inútiles.
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